sábado, 24 de septiembre de 2011
martes, 30 de agosto de 2011
Ramón Mª del Valle-Inclán
Ramón Mº del Valle-Inclán (1866 - 1936)
Nace en Villanueva de Arosa (Pontevedra). Su vida se desarrolla entre Galicia, Madrid e Hispanoamérica. Estudia Derecho, aunque no concluye la carrera. Muere en Santiago de Compostela. Valle-Inclán fue un gran conversador, amigo de las respuestas fulminantes. Ideológicamente, evolucionó desde una postura tradicionalista a actitudes críticas y comprometidas.
Obra
Aunque nos centraremos en su obra dramática, se adentra también en la novela. Las Sonatas están consideradas como la mejor aportación del Modernismo en prosa. Son las memorias del marqués de Bradomín, un don Juan feo, católico y sentimental. Tirano Banderas (1926) es una novela de madurez, inspirada en la tiranía de los dictadores hispanoamericanos de la época.
El teatro de Valle se caracteriza por un constante esfuerzo por renovar la escena española. Tanto es así que a varias de sus obras se les ha negado el valor de dramático, ligándolas a la narrativa: es el caso de las Comedias bárbaras. Salvo esas consideraciones, nos encontramos ante uno de los dramaturgos españoles más importantes. Su producción se inicia en 1899 con Cenizas y se cierra con La hija del capitán en 1927; en medio, un importante número de obras difícilmente clasificables. Se pueden constatar varias tendencias o ciclos:
- Ciclo del mito. Constituido por obras como Divinas palabras (1920) o la trilogía Comedias bárbaras, caracterizadas por un espacio gallego primitivo e intemporal, donde las pasiones humanas y las fuerzas irracionales están sometidas a un proceso de mitificación.
- Ciclo de la farsa. En obras como La marquesa Rosalinda (1912) o Farsa y licencia de la reina castiza (1920) selecciona un espacio más estiliza y ridículo: jardines, rosas, cisnes, etc. Elementos propios del siglo XVIII.
Las obras finales de ambos ciclos suponen la llegada a su estética definitiva: el esperpento.
- Ciclo del esperpento. En este caso, el mecanismo no es la mitificación sino todo lo contrario, la desmitificación de la realidad, del presente vivo del escritor. Destacan Los cuernos de don Friolera (1921), Las galas del difunto (1926) y la hija del capitán (1927), publicadas bajo el título de Martes de carnaval.
La obra que abre el ciclo esperpéntico, Luces de bohemia (1920), gira en torno al último viaje de un "héroe trágico", el poeta Max Estrella, por un mundo indigno, injusto y vacío, como su compañero don Latino de Híspalis. Viaje aterrador y desgarrado por quince espacios madrileños que nada tienen de míticos o glorisos. Max no tiene otras armas para denunciar y luchar contra la realidad cobarde y deshumanizada que proponer el suicidio, la muerte. Paralelamente, Valle-Inclán se sirve de una estética deformante para reflejar la realidad. Todo vale - hasta la misma muerte - para violentar al público.
Sin duda, el ciclo del esperpento no es más que el final de un largo y fructífero camino de innovaciones que situó al teatro español en la vanguardia dramática europea pese a su escaso éxito comercial.
Pío Baroja
Pío Baroja (1872 - 1956)
Pío Baroja y Nesi nació en San Sebastián. Estudió Medicina en Madrid, aunque terminó la carrera en Valencia. Llegó a Madrid para regentar la panadería de un familiar y en esta ciudad se dedicó por entero a la literatura y en ella terminará sus días. Fue elegido miembro de la Real Academia en 1934.
Obra
Pío Baroja es uno de los novelistas más importantes del 98. Su producción literaria está construida casi exclusivamente por novelas. Consciente de la transcendencia y complegidad de sus obras, el mismo Pío Baroja las clasificó basándose en un criterio cronológico:
- Antes de 1912. Etapa prolífica y variada. Escribe en estos años sus mejores obras: Camino de perfección (1902) y El árbol de la ciencia (1911). En ellas a través de sus dos protagonistas, construye arquetípicas etopeyas. También es la época de La lucha por la vida (trilogía), Zalacaín el aventurero(1909) o Las inquietudes de Shanti Andía (1911). Ésta última pasa por ser una de sus obras más interesantes. Por su año de publicación, es reconocida como ejemplo de tránsito entre las dos épocas.
- Después de 1912. Escribe desde ese año novelas de diferentes estilos y temática, entre las que señalamos la serie titulada Memorias de un hombre de acción, compuesta por veintidós obras.
La obra de Baroja también puede agruparse temáticamente en ciclos o trilogías. Los ciclos más destacados son:
· Tierra vasca: La casa de Aizgorri, El mayorazgo de Labraz; Zalacaín, el aventurero.
· La vida fantástica: Aventuras, inventos y mixtificaciones de Silvestre Paradox; Camino de perfección; Paradox, rey.
· La lucha por la vida: La busca; Mala hierba; Aurora roja.
Estilo
Baroja considera la novela como un género abierto que admitía gran cantidad de técnicas diferentes. En cualquier caso, una característica común de las obras barojianas es que carecen de acción. Son, en cambio, novelas de personaje. Todo queda condicionado a un protagonista en torno a cuya biografía y evolución hacia un fracaso anunciado se construye todo lo demás. Los demás personajes, que a menudo se diluyen en el argumento, no son más que adornos estéticos.
Su estilo es preciso, sencillo y sobrio. La sencillez aparente de su pluma, que en ocasiones puede resultar grosera, encierra, como sucede a veces, una medida elaboración. Es un virtuoso de la descripción impresionista y del diálogo, así como del manejo de un humor especialmente amargo. Abundan las frases cortas con escasa subordinación y el estilo conversacional. No empleó nunca demasiadas figuras retóricas.
Con todo, debemos indicar que su influencia ha sido decisiva en escritores posteriores de la talla de Camilo José Cela o Luis Martín Santos.
lunes, 29 de agosto de 2011
Miguel de Unamuno
Miguel de Unamuno (1864 - 1936)
Nació en Bilbao y estudió Filosofía y Letras en Madrid. Ocupó la cátedra de Griego en la Universidad de Salamanca, de la que fue rector en 1901. Sufrió destrierro en Fuenteventura y Francia por problemas con la Dictadura de Primo de Rivera. Fue diputado por la República. Murió en Salamanca. Unamuno está considerado como uno de los intelectuales más brillantes y profundos de nuestra cultura.
Obra
La obra de Unamuno representa no sólo una referencia fundamental del Grupo del 98, sino de toda nuestra literatura. El escritor vasco cultivó con acierto casi todos los géneros, desde el ensayo a la novela, sin descuidar la lírica o el teatro.
- Ensayos. En ellos reflexiona principalmente en torno a dos temas:
- El sentido de la vida y el más allá: La agonía del cristianismo (1931) y Del sentido trágico de la vida (1913). Trata en estas obras el problema de Dios, el sentido agónico de la existencia, la inmortalidad, etc., con un marcado tono existencialista.
Muchas de las ideas de Unamuno destacan por su originalidad. Así, su pensamiento puede considerarse como antiprogresista, antitecnicista y antirracionalista. El escritor vasco no cree en el progreso o en la técnica, ya que no sirven para desentrañar el único misterio que interesa al hombre: la existencia de Dios o del más allá. La razón, incapaz de proporcionar felicidad, sólo arroja angustia sobre el hombre. Así, se plantea un conflicto irresoluble entre razón y fe ( "si el alma no es inmortal nada vale nada, ni hay esfuerzo que merezca la pena" nos dirá Unamuno). Y aparece Dios: un Dios deseado, pero indemostrable. La razón nos niega la esperanza, pero el corazón la busca con vehemencia. Más que creer, Unamuno quiere creer. - La preocupación por España: En torno al casticismo (1895), Vida de Don Quijote y Sancho (1905) y Por tierras de Portugal y España (1911)... Unamuno evoluciona desde un deseo de reforma y modernización del país (europeizar España) a una postura contraria, en la que acabará proclamando necesidad de españolizar Europa, ya que el progreso no sirve para alcanzar la única verdad que interesa al ser humano: ¿existe Dios? Proclama la necesidad de exportar la espiritualidad española.
Las novelas de Unamuno se parecen muy poco a las de su época. Algunas de sus características proceden de la narrativa contemporánea europea; responden al deseo de renovación de las formas literarias que caracterizó al Modernismo. La crítica del momento negó el carácter novelesco de algunas de estas obras. Por ello, Unamuno las llamó nivolas.
Podemos clasificar su producción en tres momentos:
· Hasta 1897, año de su crisis religiosa más grave, que le supuso la pérdida de la fe y el inicio de sus conflictos religiosos y existenciales. Escribe entonces Paz en la guerra (1897), su primera novela y en la que desarrolla el concepto de intrahistoria, ideado por Unamuno para referise a los acontecimientos cotidianos y anónimos. Se trata de una etapa progresista y de ideología socialista. Tambien aparece la preocupación por la inmortalidad. Aún cree en la ciencia y en el progreso.
· De 1897 a 1914. Es una época de obsesión por el tema religioso. Se fragua en este momento el concepto negativo del progreso. Los temas fundamentales son la angustia, la lucha entre la razón y la fe, y la preocupación por la inmortalidad.
· De 1914 - 1936. Es la etapa de sus principales novelas: Niebla (1914), La tía Tula (1921) y San Manuel Bueno, mártir (1933).
Antonio Machado
Antonio Machado (1875 - 1939)
Nace en Sevilla. A los ocho años se trasladó a Madrid. Visitó en varias ocasiones París, donde conoció la obra de los simbolistas franceses. Fue Catedrático de Francés en Soria (donde se casó con Leonor) hasta la temprana muerte de su mujer. Deseoso de abandonar Soria, solicita traslado y es destinado a Baeza (Jaén). Más tarde, marcha a Segovia. Firme partidario de la República, debió exiliarse a Colliure (Francia) durante la Guerra Civil, y allí murió.
Obra
Lo mejor de su obra lírica se encuentra en sus dos primeros libros:
- Soledades, Galerías y otros poemas (1912). Esta primera obra pertenece al Modernismo simbolista. Trata los temas del paso del tiempo, la melancolía, Dios y, sobre todo, la muerte, una constante en su obra. Se vale de algunos símbolos como la tarde o la fuente, que encierran su concepto de tiempo.
- Campos de Castilla (1912). A los temas anteriores se le une el de Castilla. Se observan descripciones subjetivas de paisajes y una actitud crítica (atraso y pobreza, denuncia de los problemas del país...) También apreciamos hermosas composiciones dedicadas a su mujer, Leonor, en las que a través del paisaje se muestra el estado de ánimo del poeta.
En poemas posteriores escribió también teatro y prosa. La Lola se va a los puertos, escrita junto a su hermano Manuel. En cuanto a prosa sobresale Juan de Mairena, conjunto de reflexiones que el maestro que da nombre a la obra ofrece a sus alumnos sobre los más diversos temas.
Temas
- El tiempo es, tal vez, la preocupación principal de Machado; el poeta crea distintos símbolos: la fuente, el reloj, el agua, el camino... Le preocupa el tiempo que fluye, que pasa, pero que siempre es igual a sí mismo: niños, fuentes, corrientes, norias... Machado definió la poesía como palabra esencial en el tiempo. Así, la esencia del ser humano se encuentra, precisamente, en su conciencia temporal. Mediante el lenguaje poético se capta lo propio de las cosas en su devenir.
- La soledad, compañera del poeta (yo era un niño / y tú mi compañera).
- El sueño (de la vigilia) como forma de conocimiento, de acercamiento a la realidad profunda de las cosas.
- El amor evocado. Destacan los poemas dedicados a Leonor tras su muerte.
- Dios, desde una doble perspectiva: por un lado, sufre una crisis de fe a la muerte de Leonor; por otro, medita constantemente sobre la existencia y la noción de Dios. Así, confesará estar "siempre buscando a Dios entre la niebla".
Los sentimeintos que el poeta refleja (angustia, soledad, melancolía) son consustanciales al ser humano, que se pregunta por su destino y el sentido, de su existencia que transcurre. Su poesía refleja, por lo tanto, lo que el poeta denominó universales del sentimiento, que son las grandes emociones que afectan al alma en su contacto con el mundo. Estos universales del sentimiento se refieren generalmente a tres grandes temas: el tiempo, la muerte y Dios. El Dios que aparece en la obra de Machado es a menudo un sueño, un deseo que , no obstante, no se hace presente de forma clara.
Estilo
El estilo machadiano se caracteriza por la presencia de símbolos. Los principales son la tarde (que representa su angustiado y melancólico estado de ánicmo), el reloj o el agua (en los que se aprecia su obsesión por el paso del tiempo y la muerte). La sencillez formal y métrica aporta la esencialidad y la sobriedad características del 98. En este sentido, son habituales los poemas en alejandrinos y la silva-romance. Su poema · La tierra de Alvargonzález" marca un hito en la recuperación del romance (y, por extensión, de la lírica tradicional) para la poesía culta.
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Este poema de Soledades, Galerías y otros poemas, evoca el estado de ánimo del poeta. Se pregunta con angustia por el origen de sus preocupaciones existenciales.
LXXVII
Es una tarde cenicienta y mustia,
destartalada, como el alma mía;
y es esta vieja angustia
que habita mi usual hipocondría.
La causa de esta angustia no consigo
ni vagamente comprender siquiera;
pero recuerdo, y, recordando digo:
- Si, yo era niño, y tú, mi compañera.
Y no es verdad, dolor, yo te conozco,
tú eres nostalgia de la vida buena
y soledad de corazón sombrío,
de barco sin naufragio y sin estrella.
Como perro olvidado que no tiene
huella ni olfato y yerra
por los caminos, sin camino, como
el niño que en la noche de una fiesta
se pierde entre el gentío
y el aire polvoriento y las candelas
chispeantes, atónito, y asombra
su corazón de música y de pena,
así voy yo, borracho melancólico,
guitarrista lunático, poeta,
y pobre hombre en sueños,
siempre buscando a Dios entre la niebla.
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